¿Qué pasa cuando quedamos reducidos a nuestra mínima expresion?
¿Cuando sólo queda la honestidad brutal de lo fundamental?
¿Cuando hemos sido despojados de todo, qué más puede quedar sino nuestra propia alma?
Irónicamente sólo en el anonimato puede aflorar nuestra verdadera identidad.
29 enero 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario